Toraja, Fotografías de un pueblo ancestral

En Marzo del año 2015, estuve recorriendo, conociendo y fotografiando un poquito del archipiélago que compone Indonesia. El inicio de mi viaje me llevó a la isla de Sulawesi, a conocer al ancestral pueblo Toraja, y vivir compartiendo experiencias y sensaciones unos días entre ellos.

Conocía levemente, sus costumbres y cultura, antes de haber puesto un pie en sus verdes y húmedas tierras, por lo que mi sorpresa fué mayúscula en estos poquitos días.

He de decir de antemano, que el pueblo Toraja es de los más amables, humildes y acogedores, de los que yo me he encontrado, en los viajes que he realizado alrededor del mundo. Ya que por lo que relataré a continuación, sobre sus rituales, para una mente occidental va a parecer un poco abrumador.

Realicé un trekking de varios días, por la selva y durmiendo en las aldeas que íbamos encontrando en el camino. Sus tierras son de una vegetación impenetrable, debido a la gran humedad. Cuando aparecía un claro o camino, enseguida se podían divisar las escalonadas terrazas de arroz, y empezar a ver niños correteando, grandes búfalos amarrados en cualquier lugar y a sus gentes trabajando las enfangadas tierras. Las viviendas tienen una forma singular, con los tejados en sus extremos curvados hacia arriba; se cree que simulan los cuernos de sus venerados búfalos. La distribución de las edificaciones, es similar en todas las aldeas; con una plaza rectangular en medio, para celebrar todos los eventos del poblado, que son muchos. Todos los ahorros familiares, están planificados para las celebraciones y ritos. Y el de los funerales de un familiar, es el mayor de ellos; al que honran con el mayor despliegue posible de riquezas. Si la familia cree, que no va a poder realizar un funeral, con todos los honores a sus fallecidos, se les destina una habitación en casa, y pueden pasar años hasta la realización del funeral. Y conviven con la familia, tratando al fallecido como una persona viva; ya que creen que solo está enfermo y su alma aún no se ha ido, hasta que se le realice el funeral, donde entonces viaja a otra vida.

En estos pocos días, pude asistir a los rituales de un funeral y la inauguración de una casa para unos recién casados. Para la familia, es un honor que unos visitantes acudiéramos al funeral de su fallecida; ya que para ellos el funeral es una mezcla de fiesta y despedida. La mayoría de los funerales, duran varios días. Toda la aldea es partícipe del funeral, y acude aportando una ofrenda a la familia, y situándose alrededor de la plaza, para conversar, tomar el té, comer y fumar. Los familiares realizan una procesión alrededor de la plaza con sus trajes tribales, y comienza el sacrificio de búfalos y cerdos, en mitad de la plaza. Cuantos más búfalos y cerdos se sacrifiquen, mayor es el honor al fallecido, y la familia será más respetada por toda la aldea. Por lo que en un momento, los animales son sacrificados a golpe de machete, y los chillidos ensordecedores son escuchados desde cualquier rincón de la aldea. El suelo en un instante se tiñe de rojo, y los animales son despedazados, para ser cocinados y servidos, a todos los vecinos y familiares. Y este ritual, se repite varias veces durante varios días, que dura el funeral.

Aunque yo nunca reniego de acumular experiencias, afortunadamente la ceremonia de inauguración, se basaba en bailes y música tribal, algo bastante más agradable.

Para acabar de conocer algo más de los ritos funerarios Toraja, fuí a conocer y ver como realizan sus sepulturas. Y pude ver varios árboles, donde realizan un hueco en su tronco, para depositar allí a los recién nacidos fallecidos, y cubrirlos con grandes hojas de palmera; tienen la creencia, de que el niño o niña, seguirá creciendo dentro del tronco del árbol. Las personas adultas, son depositadas en cuevas o dentro de cavidades realizadas en la roca, y en el exterior colocan una figura de madera, que representa al fallecido que se encuentra en su interior; y de esta manera seguir teniendo un vínculo con los seres queridos que están en vida.

Este es el peculiar punto de vista, de vivir la relación de la vida con la muerte, del pueblo Toraja. Unos ritos muy peculiares, estudiados por muchos antropólogos. Y este es mi resumen fotográfico, de la experiencia de vivir unos pocos días en Tierra Toraja.