Recorriendo Dubai, Abu Dhabi y Muscat
Unos cuantos días de las Navidades, los dediqué a conocer y disfrutar de Dubai, Abu Dhabi y un poquito del sultanato de Omán. Y ya de paso practicar y disfrutar de la fotografía.
Fué un viaje muy intenso ya que son muchas cosas y lugares para ver, y poquitos días de los que yo disponía.
Siempre me había llamado la atención esta parte del mundo, en la que se están invirtiendo cantidades enormes de dinero y recursos, para seguir siendo uno de los epicentros mundiales en todos los ámbitos, para cuando el petróleo deje de tener tanta influencia en la economía mundial. Y debido a este concepto allí se han situado una de las mayores vanguardias en cultura, ciencia, ingeniería, arquitectura, entretenimiento, etc... Tanto es así, que solo aquí se sitúan cosas que no hay en otra parte del mundo, y no pueden ni plantearse proyectarlas.
Mi percepción de los lugares fue francamente gratificante, ya que pensaba encontrarme una sociedad musulmana muy estricta, y no fué así. Les atraen grandes temas del mundo occidental y creo que esto les ha hecho abrirse y enriquecerse como cultura. La riqueza es enorme en esta parte del mundo, pero ello no ha hecho que pierdan la esencia de su cultura árabe, que se denota en cada rincón, a veces entremezclada con la cultura occidental, pero que ellos han querido reinterpretar a su manera. La amabilidad y curiosidad de sus gentes es admirable; en muy poco lugares del mundo, me había sentido tan seguro y con la tranquilidad de poder intercambiar una conversación con cualquiera, que siempre te van a contestar con la mejor de sus sonrisas.
Fotográficamente hablando, fué abrumador, ya que eran pocos días y no sabía ni por donde empezar, todo a lo grande, a lo enorme, a lo megalómano. Los edificios no logras componerlos en una fotografía. Muy difícil encontrar perspectivas desde donde disparar. Y una luz que no ayudaba mucho, ya que es muy intensa y dura; eso sí, en las sombras muy agradecida. Los primeros días además como en cualquier viaje estás inquieto si aquí se pueden tomar fotos, o no; esto puede molestar o no; la gente se sentirá invadida, por que le tomes unas fotos; y esto en tan pocos días de viaje te hace perder algo de tiempo. Ya que cuando has adquirido una dinámica y aprendizaje del lugar, casi llega la hora de regresar a casa.
Sopesando los días de los que disponía, y lo aprendido en los primeros días, me centré en fotografiar lo turístico del lugar, líneas arquitectónicas, gente y retratos.
Y sin duda, como la mayoría de las veces, un viaje muy recomendable y para repetir :-)