Masai Mara (Kenia)
Este es el resumen fotográfico, de la tercera parte de mi viaje, a través de Kenia. Las fotografías fueron tomadas, en las interminables llanuras, donde habita el pueblo pastor y guerrero Masai, y donde fluye el rio Mara. La llamada tierra de Masai Mara.
Sin duda estar aquí, era un verdadero sueño cumplido. Cada vez que pensaba, que me encontraba en Masai Mara con mi cámara fotográfica, se me dibujaba una sonrisa en el rostro.
Masai Mara es el verdadero edén de la fauna salvaje; quién no lo conoce? La mayoría de documentales de fauna salvaje africana, han sido rodados en estas extensas tierras pertenecientes al pueblo Masai. Y yo solo tuve la oportunidad de disfrutarlo durante dos intensos días. Y digo solo, por la extensión de terreno que hay que explorar para avistar animales. Una semanita aquí sería ideal.
Fueron dos días intensos, duros y gratificantes a la vez. El cansancio del viaje se iba acumulando. Y viajar de mochilero, durmiendo en tiendas de campaña, no poder lavar ropa, comer lo que se puede cuando se puede y tomando duchas (cuando se puede) de auténtico barro, se hace durito, cuando viajas con material tan delicado como el fotográfico. Pero la aventura es la aventura :-) Encontrar una pequeña comodidad por estas tierras, está reservado a gente muy adinerada :-(
Masai Mara, es la idílica imagen de sabana africana. Las solitarias y bellas acacias, muchas veces, son la única compañía en este inmenso mar dorado. Amanecer y acostarse con unos colores rojizos de cielo tan intensos, son un prólogo y epílogo, del festival de estrellas que uno puede disfrutar en las nítidas noches, amenizadas por las inquietantes llamadas nocturnas de los animales. La curiosidad y extensión de estas tierras, hacen que uno se encuentre iluminado por un intenso sol, y puedas estar observando y olfateando las lluvias y tormentas en el infinito horizonte.
Masai Mara, lo habita la gran cantidad de fauna que se sitúa en África, y es uno de los lugares del mundo, donde más animales depredadores puede uno avistar. Y estar presente aquí in situ, es fácil comprender el frágil ciclo de vida, convivencia y supervivencia, con la que conviven herbívoros y depredadores. Tuve la gran suerte, de que las grandes migraciones de herbívoros, que atraviesan el inhóspito rio Mara, estaban en pleno cenit; y este es uno de los mayores, sorprendentes y crueles espectáculos, que se pueden ver en la naturaleza. Muchos ñus y cebras perecen en el intento, debido a la gran aglomeración, cansancio y los pacientes cocodrilos que están a la espera.
Un buen guía que conozca el terreno, paciencia, y tener suficientes días para explorar, y fotografiar, yo creo es lo más importante, para realizar buenas fotografías en Masai Mara. El instinto del fotógrafo para enfocar, componer y esperar a la escena perfecta que nos brinden los animales, brota en todo su esplendor. Ni mencionar, que un buen teleobjetivo y filtro polarizador son esenciales. En tan poquitos días como tuve yo, uno va a depender mucho del azar. Las ganas con las que me quedé, de fotografiar escenas de caza y a la gente Masai fueron enormes. Es lo que había :-( no había tiempo para más.
Poder observar y fotografiar, la belleza, de tal cantidad de animales en verdadera libertad, su rutinaria y sorprendente vida, fue todo un privilegio para mi. Un sueño cumplido conocer Masai Mara.
